Mini hamburguesas con el toque de Ajo Negro Familia Suárez

Mini hamburguesas con el toque de Ajo Negro Familia Suárez

Ingredientes:

Panecillos redondos mini
Tomate para ensalada
Sal, orégano y aceite de oliva
1 cebolla
Jugo de limón y azúcar
Ajo Negro Familia Suárez

Para las hamburguesas caseras
500gr de carne picada de ternera (o mezcla cerdo y ternera)
2 dientes de ajo
Perejil fresco
1 huevo
Harina
Sal

Cómo hacer hamburguesas caseras
Se lava el perejil y se pica. Se pelan los dientes de ajo y se pican.

Se pone la carne picada en un bol y se sala, se añaden el ajo y el perejil picados y se mezclan (el condimento de la carne puede ser al gusto con las especias que se desee -pimienta, comino, etc.- o bien con otros elementos como cebolla caramelizada, taquitos de queso azul, etc.).

Aparte, se casca el huevo y se bate. Luego se añade a la carne, junto con una o dos cucharadas de harina. Se remueve todo de modo que la masa de carne quede pegajosa.

Entonces se puede proceder a dar formar a las hamburguesas con el tamaño que se desee, y se cocinan sobre sartén o plancha bien caliente.

Presentación de las mini hamburguesas
Se pela, se lava la cebolla y se corta en juliana (tiras finas). En una sartén con un poco de aceite, se pone a pochar la cebolla a fuego lento. Cuando empiece a tomar color, se le añade el jugo de limón y el azúcar, y se deja cocinar a fuego lento hasta que caramelice.

Se corta el tomate en rodajas y cada una se aliña con un poco de sal, orégano y aceite de oliva.

Se abren los panecillos (si no vienen ya abiertos). Sobre una plancha, se ponen a tostar ligeramente, sólo por la cara interior, para que ganen algo de consistencia.

Con el pan ya tostado, se monta el bocadillo, poniendo sobre la base del pan una hamburguesa asada, encima la cebolla caramelizada o una rodaja de tomate, y encima otra hamburguesita, para coronar con la otra parte del pan.

Estas mismas hamburguesas se pueden montar simples: pan de base, una hamburguesa, la cebolla caramelizada o la rodaja de tomate, para acabar con el otro trozo de pan.

Foto de Esther Cocinillas